
muro viejo,
Veracruz, Ver.
Deriva
Voy caminando a la deriva entre la niebla de Xalapa y pienso: pocas cosas más frías e inhóspitas que una ciudad ajena de madrugada. (11-10-2004)
Mi loca
Llegaste no sé de dónde espantosamente maquillada, te ofrecí agua, hablamos de que podría brindarte alojamiento, ron, música, baile, un baño de agua fresca. Todo estaba acordado, soñé por fin compañía, aunque fuera de una escoria. Fingiste leer a Rimbaud mientras partíamos; por vergüenza de que me vieran contigo -imbécil-, te pedí que te adelantaras. Acordamos que te alcanzaría una calle adelante pero desapareciste en la noche. Luego supe que fue cierto.
(22-04-2008)
Mujer sucia
A José Cruz
Yo también estuve con una mujer sucia, olí su aroma putrefacto, compartimos penas y alcohol. Al final me sentí afortunado de saber que yo al menos he vislumbrado el amor y ella sólo cuenta con Dios. (23-04-2008)
Muro viejo
Caminar esta noche por el muro viejo es reconciliarse con la vida y olvidar por un momento las miserias humanas. Avanzo sobre la estructura de concreto que divide el mar para atenuar la fuerza del oleaje. Del lado derecho, en dirección al faro que está en la punta del muro, la oscuridad le da al agua un tono negro azulado, suavizado por el arrullo del oleaje, manso a esta hora. Hacia el mar abierto se ve, como al alcance de la mano, la luz del faro de la isla de Sacrificios, como una luciérnaga en eterno movimiento circular. Del lado izquierdo el agua es iluminada por las luces de la ciudad. Se ven iluminados en todo su esplendor, la bahía, los edificios y el muelle. Arriba la luna es una uña que se resiste a ser opacada por la delgada bruma que avanza con el viento. Venus, la estrella de los pescadores, también asoma antes que otros astros en la bóveda celeste. Sólo queda contemplar el infinito y llenarse los pulmones del aire nuevo de esta hora, después del calor quemante del día. Una vez más recuerdo el dicho: “Dios aprieta pero no ahorca”. (9-04-2008)
Ciudad Sodoma
Donde el pecado purifica, se resucita por las noches y se disfraza de alegría la soledad. Se conjura a Baco y a las musas con arpa, jarana, tambores y bailes frenéticos. El diablo ofrece tentaciones en cada esquina para atrapar a los incautos hambrientos de sexo. Las ninfas gozan viendo al voyeurista poseerlas en su imaginación. En bares de mala muerte se ahogan las penas en cerveza. En el malecón, el olor de azufre anuncia a lucifer. Cíclicamente los vientos la castigan, sólo para que una vez reparados los destrozos siga la fiesta en los portales. (abril 2008)
Incoherencias
-Me encanta asesinar a los segundos en el reloj digital del microondas.
-Hoy vi un perro afgano caminando a las dos de la madrugada sobre el asfalto recién lavado por la lluvia.
-Levanta un poco el ánimo leer en el diario que dos adolescentes asaltaron un microbús disfrazados de payasos.
-Los que van al siquiatra no son los más locos sino los de menor resistencia... y más dinero.
-Es deprimente ver cómo los demás ven la tele. Tal vez sea mejor sumarse al cuadro.
-Esta muerte lenta a veces es gozosa.
-¿Por qué será que el ser humano quiere más a sus muertos que a sus vivos? Al que se ignoró y menospreció en vida, cuando muere recibe misas en su memoria, muestras de afecto, expresiones de dolor y homenajes.
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