Bienvenido al refugio de los agobiados por el trabajo enajenante

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7/11/09

Con el fundador de los scouts



Joaquín hoy, a los casi 8 años, de excursión en una localidad cercana a Windsor, Gran Bretaña, donde se ubica el sitio en que se fundaron los boy scouts. El busto corresponde precisamente al fundador de esa organización de excursionistas.

Ideas de Joaquín y de otras cosas


Cuando tenía seis años quería saber acerca de cosas en el espacio exterior. Ese era mi tema favorito. Mi papá me enseñó cosas muy interesantes, como el “efecto invernadero” o los planetas como Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y, uno muy pequeño, Plutón. De hecho Plutón es el más frío y pequeño del sistema solar, pero es también mi favorito. Mis papás me ha llevado a un lugar llamado Greenwich, allí hay enormes relojes e inmensos telescopios. Y está oscuro donde una señora nos mostró relojes e imágenes gigantescas. Fue muy divertido y nos sentamos en el suelo para rodar por todo el pasto y las colinas. Luego fuimos a ver un video (que proyectaron) en el techo (del observatorio) con muchas imágenes. Un señor nos mostró y habló de muchas cosas (del espacio) que me gustaron. Compramos una pelota del planeta tierra que bota, una estrella roja de dulce y un sándwich de helado para astronautas en el espacio. Después nos fuimos a casa. Estábamos muy muy muy muy cansados.

En la foto, Joaquín en 2006, cuando tenía 4 años

27/10/09

Para bailar, en La Campana



...algún día hasta tus playas lejanas tendré que volver..."

Veracruz tiene rincones más allá de los clichés turísticos, que aunque bonitos no siempre reflejan el ser profundo de una ciudad. Uno de esos rincones es la plazuela de La Campana, donde en las noches se baila danzón y rumba al ritmo de diversos grupos locales, en particular Los pregoneros del recuerdo, de larga tradición en el puerto. Al mismo tiempo de admirar a verdaderos maestros del baile que nunca saldrán en "la tele", o bailar junto a ellos, se puede uno tomar un café, un refresco o una cerveza a bajo precio y encontrar buena compañía. La placita está muy cerca del zócalo de la ciudad, se llega caminando por un circuito de callejones que reflejan el trazo antiguo de Veracruz, que aunque en ruinas muestra restos de un lejano esplendor. La decadencia y el descuido -hay casos lamentables de edificaciones históricas a punto del derrumbe- le dan cierto encanto y parecido con La Habana, excepto por la contaminación visual (la desordenada proliferación de anuncios) y auditiva (el deplorable transporte público y la competencia entre las tiendas por llamar la atención de los transeúntes con aparatos de sonido a todo volumen). Pero al final de cuentas esto no es mucho problema, porque Veracruz no es una ciudad para dormir, sino para bailar y excederse: tiene el raro poder de provocar que los visitantes hagan lo que no se atreven a hacer en su lugar de origen.

23/10/09

Es fácil desaparecer la estatua de la Libertad: Mago Chams


El mago Chams con David Copperfield


¿Dónde compra sus zapatos un payaso?, ¿un mago sus trucos?, ¿un ventrílocuo su marioneta? Si alguien quiere iniciarse en esos oficios, ¿a dónde debe ir?
Son pocas las opciones. Oscar Vivanco, el Mago Chams, asegura que su negocio es el único de su tipo en México. Con la autoridad que le dan 47 de sus 70 años de vida dedicados a esta profesión, don Oscar propone crear escuelas donde se formen jóvenes como magos y payasos para que después trabajen divirtiendo a los niños “en lugar de andar robando”. Está convencido de que sería una buena alternativa ocupacional, pues en el país –asegura- sólo hay 300 magos profesionales.
En plática con el Mago Chams en su negocio: Bromas y Magia, ubicado en la avenida Bucareli 80 C, a un lado del reloj Chino, en la ciudad de México, don Oscar rechaza el mito de que tiene poderes extraordinarios; sostiene que lo que él hace cualquiera lo puede realizar con sólo practicarlo. Desde hace 35 años vende en este lugar más que materiales, ideas, secretos y habilidades. Es un negocio lleno de fantasía, como lo muestra un aparador con zapatos de payaso, que de sólo verlos ya da risa al imaginar a los posibles usuarios.
Hasta que diga Dios
-En este negocio he dejado mi juventud, y aquí espero seguir hasta que diga Dios, expresa el Mago Chams. No soy rico, aclara, esto nos da para comer a mi familia y mis dos empleados; entre ellos y yo creamos los trucos. Manejamos cerca de mil 600 artículos. Aquí llegan magos profesionales y aficionados. No les damos un instructivo, sino que les enseñamos efectos tomados de libros de magia; hay veces que tardo en sacar un efecto hasta tres meses, y luego en cinco minutos se lo enseño a un cliente. Agrega que trabajó muchos años en televisión, con Madaleno, en TV Hogar, “y en muchos otros programas que ya ni recuerdo”

-¿Qué se requiere para ser mago?
-Tener ganas de serlo.
-¿Alguna habilidad?
-No, en absoluto. Un mago tiene las mismas aptitudes que cualquier otra persona. Si usted educa sus dedos para hacer un movimiento determinado, podrá hacerlo como yo. Nos sorprendemos de que un mago como David Copperfield desaparezca la Estatua de la Libertad, pero es un truco tan fácil como aparecer una paloma, se lo puedo demostrar. Ni Uri Geler ni David Copperfield, ni ningún otro mago en el mundo tiene poderes extrasensoriales. Toda la magia es un truco, y debe servir para divertir sanamente a la gente, sin engaños. Aquí vienen personas que, sin saber nada, quieren ser magos o payasos; yo les pongo una rutina completa; en 15 días podrán hacer ciertas cosas básicas...

Abracadabra
...-Présteme un trapito por favor –le dice al mago a uno de sus ayudantes... Mire, con esta moneda de diez pesos le voy a hacer un efecto: tomo la moneda y se la muestro a usted, la paso a la otra mano, le doy un pase mágico y la moneda desaparece... No tengo ningún poder, sólo es saberlo hacer. Todos los magos nos valemos de presteza de dedos para aparecer o desaparecer monedas, o para mil efectos. Si usted lo practica, podrá hacerlo igual que yo. Desgraciadamente cosas como dónde quedó la bolita y otros trucos que aquí enseño, los usan para engañar. No se vale sacar dinero por medio de la estafa. A mí me fascina hacer magia a los niños por ver su carita cuando se aparece un conejito, una paloma, las sedas que se transforman, que cambian de colores; la magia es un mundo de fantasía.

-¿Qué trucos vende más?
-Hay juegos que valen diez, quince pesos, y por lo barato son los que tienen mayor demanda. Muchas veces, para vender un jueguito de ésos, nos estamos media hora explicándole al señor, al joven o al niño cómo se hace. Esa es nuestra labor.
-¿Cómo sabe dónde está cada cosa?
-Usted ve mucho, pero no tenemos más de cinco o seis ejemplares de cada producto. Como ese biombo: sirve para aparecer sedas, flores, palomas; aquellas son las guillotinas, ése el juego de discos, aquí están las barajas… Ahorita nos estamos preparando para el Halloween, es cuando comemos bien, es nuestra mejor temporada.

Faltan Magos
Cuando yo empecé en esto los magos mexicanos estaban en pañales, se les tomaba por merolicos, cuando el mago es un actor que desempeña un papel y que tiene presencia escénica, conocimientos y desenvolvimiento frente al público. Aquí también les enseñamos a los payasos y a los magos cómo deben vestirse y maquillarse. ¡Viera cuánta gente hay sin empleo, que se podría dedicar a esto en vez de robar! Yo tengo un directorio de todos los magos de la República Mexicana, y la lista no rebasa los 300. Debería haber miles, en un país con más de 90 millones de personas. No obstante, hay buenos magos, como Fernando Keops o Shen-Kai, entre otros. Me da tristeza ver a los payasitos que se ponen en las esquinas tratando de hacer cosas que ya no tienen ningún chiste, choteadas, como ponerse globos en las pompas, hacer malos malabares, malos chistes.

-¿No hay escuelas de magos?
-Desgraciadamente no. México carece de escuelas en esta área. En países como China, Rusia, Cuba, es una carrera en la que usted estudia para actor mago o actor payaso. Es mentira que la magia es algo fuera de este mundo, pero sí hay magos que tienen destreza y son grandes artistas, como David Copperfield; la gente dice que es extraterrestre, cuando lo que tiene es mucho dinero. Aquí vino Copperfield, mire: ahí está la foto donde aparezco con él. Imagínese, cuando desapareció la Estatua de la Libertad, intervinieron helicópteros, y el ejército de Estados Unidos proporcionó todo. En cambio aquí, si algún mago le propone al gobierno desaparecer el Monumento a la Independencia lo meten a la cárcel...

De muchos países vienen a Bromas y Magia
Aquí vienen de todo el país, y de Guatemala, Canadá, de mil partes, porque en Estados Unidos, por ejemplo, son hasta 10 veces más caros los materiales de magia que en México. Estos artículos no se hacen a gran escala, sino en forma artesanal.

-Bueno, ya hablé mucho, ahora le voy a hacer magia...
Tengo esta copita con agua. Me voy a subir las mangas, porque todo mundo piensa que hago trampas, y yo no hago trampas, ya las compro hechas... A ver, revise la copa, y dígame si la ve normal... Es normal, ¿verdad? Bueno. Esta copa, con todo y agua, me la voy a poner aquí, en la palma de la mano, la voy a oprimir, y observe: ...la hago más chiquita, más chiquita, más chiquita, y ¡la copa desaparece! Con todo y agua, a su vista, a 60 centímetros de distancia, con las mangas levantadas. ¿Cómo lo vio? Y si quiero que aparezca... Una palmada, meto la mano a la bolsa y ¡aparece la copa con todo y agua!... Esto es un truco que cualquiera puede hacer...

-Trabajar en algo que le gusta le da vitalidad, ¿no?
-Definitivamente. Yo soy feliz en mi trabajo, y esto me ha favorecido muchísimo, porque hago justo lo que me gusta, y me gusta tanto que estoy de las diez de la mañana a las ocho de la noche, todos los días...

22/10/09

Cuando las musas no llegan

Una noticia buena y una mala para los escritores: la primera es que el temido síndrome de la página en blanco ha sido erradicado... la mala es que fue sustituido por el de la pantalla en blanco.

21/10/09

Carnavaleando


Chicas divirtiéndose durante el carnaval 2009 de Veracruz, que cada año es todo un acontecimiento alrededor del cual gira buena parte de la actividad económica de la ciudad. Desde varios meses antes de su realización, grupos barriales, de escuelas, empresas y de otras comunidades participan en los preparativos de la gran fiesta, tanto ensayando los bailes que presentarán durante los desfiles como en el diseño y manufactura de los trajes y en el montaje de los carros alegóricos.

María Urquidi, mujer insumisa

Con afecto para Asmah

Rebasa los 80 años, pero es más vital e independiente que muchos veinteañeros. Maneja su vochito de tú a tú con taxistas, microbuseros y demás cafres que aceleran sus máquinas desbocadas por las calles de la ciudad de México, vive sola en su amplio departamento de los rumbos de Plateros, y sigue peleándose con medio mundo por lo que le indigna de la vida política y social del país, como lo ha hecho desde joven esta mujer que sin proponérselo es pionera en la lucha feminista.
Entre un café y otro, María Urquidi rememora con claridad pasajes de su agitada existencia, aunque sus recuerdos fluyen a destellos, sin orden, como es la vida misma:
-Mi infancia fue de viajes interesantes. Todos los hijos de mis padres nacimos en diferentes países. Mi papá era diplomático del gobierno mexicano, así que mi hermano Víctor nació en París, yo en Londres y mi hermana en Bogotá. Desde pequeños conocimos e hicimos amistad con gente extraordinaria, como los grandes pilotos que hicieron los primeros viajes trasatlánticos en avión.
En la capital colombiana veíamos a Esperanza Iris, Guadalupe Rivas Cacho y demás artistas que iban desde México para hacer sus funciones, en tiempos en que eran viajes bárbaros para llegar a Colombia. Me acuerdo que para llegar tuvimos que ir a Cuba, luego a Nueva York, tomar un barco, y luego en lancha viajar por el río Magdalena varios días.
Mi mamá conoció a Sandino en Nicaragua. Inclusive un hermano de ella se casó con una prima hermana del revolucionario nicaragüense. Entonces, cuando papá estaba en El Salvador como embajador de México llegó Sandino con su estado mayor, camino a nuestro país, donde se refugió, entre 1927 y 1929. Todas las fotos que aparecieron en periódicos y revistas de esa época las tomó mi mamá con su cámara Kodak. Nos llevaron a mis hermanos y a mí afuera de San Salvador para recibirlo. El presidente no permitió que Sandino entrara a la ciudad, por temor a que hubiera levantamientos contra la embajada estadunidense.
Me acuerdo también cuando de chica estaba con mis primos en Chapultepec y Juan Silveti, el torero, se volcó en su auto con su familia y nosotros le ayudamos... Mi mamá fue en el primer vuelo de la Pan American de México a El Salvador. Con su camarita tomó fotos del volcán que estaba haciendo erupción en Guatemala. Nos tomó cinco días ir de la ciudad de México a la frontera de Chiapas con Guatemala en tren, sentados en bancos de madera.
Mi mamá se llamaba Mary, era de padres ingleses pero creció en Nicaragua y fue a estudiar enfermería a Nueva York, donde conoció a mi papá. Ella hablaba español con acento nicaragüense. Escribió un libro sobre España. Fue enfermera durante la Guerra Civil española.
Mi papá, Juan Francisco Urquidi, fue amigo muy cercano de Francisco I. Madero; mi tío Manuel fue de los primeros que organizaron los clubes antirreeleccionistas con Madero. Las primeras reuniones se hacían en casa de mi tía Catalina Urquidi de Bueno. Papá tenía lo que llamaban derecho de picaporte en Palacio Nacional. Pero cuando Victoriano Huerta traicionó a Madero, en el momento que lo hizo prisionero, los hermanos Urquidi tuvieron que huir rápidamente, porque fueron señalados por Huerta para ser asesinados. Entonces se fueron a Nueva York y ahí mi papá conoció a mi mamá.
Mi abuelo fue amigo de Benito Juárez. Mi mamá era muy independiente, y tenía ideas socialistas; en España tuvo contacto con La Pasionaria. En mi familia todos estábamos del lado republicano a morir. Mi tía Carlota tuvo una imprenta clandestina durante la época revolucionaria de Madero. Mi mamá y mi papá nos dieron una educación muy liberal. Papá era anticlerical, como sus abuelos y sus papás. El se decía librepensador. Yo me considero atea de nacimiento, igual mis hijos y mis nietos, aunque hay parientes míos que son muy clericales o religiosos.
Mi hermano se llama Víctor L. Urquidi (murió poco después de esta charla). Es un economista muy famoso. Fue el único mexicano miembro del Club de Roma, formado en Italia, muy preocupado por el futuro del planeta. Víctor ha escrito muchos libros y artículos. Fue presidente de El Colegio de México 19 años y actualmente es profesor emérito.
Mi padrino de bautizo fue Alberto J. Pani, ingeniero revolucionario que tuvo puestos importantes durante el gobierno de Alvaro Obregón. Si no me equivoco, fue uno de los fudadores del Banco de México. El padrino de mi hermana Magdalena fue Isidro Fabela. Eran amistades muy íntimas de mi papá. El padrino de mi hermano fue el hermano de la esposa de Madero, Sara Pérez, Manuel Pérez.
Mi mamá contaba anécdotas muy simpáticas, como aquella de cuando estaban en París ella y mi papá, y fueron al cine. En un momento ella volteó y le dijo a mi papá en español, para que no le entendieran: “no voltees, pero hay un hombre tan feo, tan feo atrás de nosotros”. Años después se conocieron ella y Diego Rivera, y el pintor le dijo: “ah, con que soy un hombre tan feo, tan feo”.
Cuando papá estaba en Nueva York exiliado publicó una revista en español que se llamaba El Universal, de política, arte y literatura. En la imprenta donde se hacía la revista trabajaba León Trotsky, quien también estaba exiliado. De vez en cuando se iban a tomar una copa. Muchos años después, en Bellas Artes, en el intermedio de un concierto se encontraron con Trotsky, ya exiliado aquí, y los reconoció y saludó: “Señor y señora Urquidi, qué gusto volver a verlos”.
Mi medio hermano René... esa es otra historia... era detective, era hijo ilegítimo de mi mamá, pero ella no lo crió, se lo regaló a una hermana que no podía tener hijos. Cuando este muchacho tenía 18 años, mi mamá, que tenía puntadas rarísimas, decidió recuperarlo y de repente –nosotros no sabíamos que era nuestro hermano, lo conocíamos como primo- teníamos un hermano mayor; mi hermano, que hasta entonces había sido el mayor, se sintió desplazado y se generó un conflicto familiar, pero mi papá lo adoptó legalmente para que pudiera usar el apellido Urquidi en pasaportes diplomáticos, y empezó a viajar con nosotros.
René, en el momento de la muerte de Trotsky era detective de la policía. El hablaba varios idiomas y lo tenían de intérprete para el caso del presunto asesino.
Viajábamos constantemente. Era empacar toda la casa, y todos participábamos en ordenar las cosas en grandes baúles. A veces llevábamos hasta el coche en el barco. Yo no sé cuántas veces cruzamos el océano Atlántico.
Era maravilloso, porque papá y mamá nos enseñaron a ver cada movimiento de ésos como una aventura nueva. Nos explicaban: “vamos a conocer gente y lugares nuevos...” Yo estuve como en 15 escuelas en 12 años de primaria y lo que equivaldría a secundaria, y jamás me molestó en lo más mínimo. Yo era una chica un poco aislada, me gustaba hacer cosas yo sola. Por ejemplo, en Madrid me ponía mis patines y me iba a patinar por las avenidas; no tenía muchos amigos, en cambio mi hermana sí y le causaba un poquito más problema tanto cambio.
Yo no me sentía vinculada con la gente. Habíamos hablado inglés y español desde pequeños y de repente empecé a preguntarme dónde estaban mis raíces. En los años 60 me fui a Chihuahua, empecé a buscar en archivos y me convertí, sin saber cómo y por qué, en historiadora del estado. Me han publicado algunas cosas. Fue hasta entonces que conocí mi pasado lejano. Yo no sé por qué mi papá y mis tíos no nos habían aleccionado sobre el pasado de los Urquidi en Chihuahua, que es muy importante. Estuvieron en todos los grandes movimientos sociales, desde la Independencia. Fue entonces que empecé a ver que es muy difícil definir qué carajos es lo mexicano. ¿Qué tienen que ver los blancos de Chihuahua con los indígenas de Chiapas?

Mis maridos
Cuando tenía yo 17 o 18 años mi mamá me casó. Mi papá acababa de morir. Murió joven, de pulmonía, en una época en la cual todavía no había antibióticos. Mi mamá averiguó que estaba yo acostándome con un muchacho y nos llevó por la fuerza al Registro Civil, con la ayuda de mi medio hermano detective, y me casó. La alternativa era: él se iba a la cárcel y yo al reformatorio. No vivimos juntos, porque no le convenía al muchacho por su familia, y al año mi mamá nos divorció. Fue la primera vez en mi vida que me sentí impotente. La mayoría de edad en esa época era a los 21 años, y mientras no cumpliera yo los 21 estaba bajo el control de mi mamá o de mi marido. Empecé a acudir a psicoanálisis con Pascual de Roncard, que acababa de venir como refugiado español.
Después me casé con un arquitecto francomexicano. Duramos nueve años y tuvimos dos hijos. En esta ocasión me casé porque me dio la gana. Después me divorcié de él y me casé... ¿con quién? mmm (risas), pero en el intermedio tuve varios amoríos. En fin, no era yo una santita, porque siempre pensé que yo era dueña de mí misma, que mi cuerpo era mío y yo hacía lo que quería con él. El mío era un feminismo muy radical, antes de la revolución feminista en Estados Unidos.
Después me casé con el arquitecto Armando Franco. Peleamos como gato y perro durante 25 años y luego me fui a Canadá como profesora invitada en una universidad de Vancouver por cuatro meses, pero estando ahí conocí a un canadiense 30 años más joven que yo, pero compaginamos en una forma tan extraordinaria que duramos viviendo juntos como 11 años.
Mi último marido es el papá de mis dos hijos menores, Armando e Iliana. Todavía nos hablamos y nos vemos. Yo no puedo guardar rencores y enojos, me olvido de qué se trataba el pleito, a veces desayunamos juntos con los hijos.
Tina Modotti, la chava del Doctor Atl, de apellido Mondragón, la Rivas Mercado... fueron de mi época, pero nunca tuve noticias de ellas, hasta después.
Eramos una familia de clase media alta, a veces con dinero, a veces sin dinero, pero esto no tenía ninguna importancia. Mis padres nos enseñaron que todo el mundo es igual y el dinero va y viene. Tuvimos una educación absolutamente liberal, pero no estábamos en contacto con la vida bohemia, aunque mi papá era amigo de Tata Nacho y de todos los grandes poetas de la época, así como de Isidro Fabela, Alfonso Reyes...
Nos educaron bien, en escuelas inglesas no católicas. Cuando estábamos en Madrid la escuelita era muy mediocre y entonces nos mandaron a Portugal, a un internado inglés, a mi hermana y a mí, porque la única alternativa en Madrid era una escuela de monjas, y papá y mamá ni de chiste aceptaban inscribirnos ahí.
Cuando papá era embajador de México en Uruguay se estableció la República española y se echó fuera al reyecito ése, Alfonso XIII, y papá nos llevó a España, a la toma de posesión de Alcalá Zamora, porque le parecía muy importante que hubiese una república en España.
Cuando empezó la guerra civil, mamá y papá nos llevaron a Inglaterra a mi hermana y a mí y nos metieron a un internado. Así es que tuvimos muy buena educación, muy variada, interrumpida constantemente y sin embargo continua, porque la lectura siempre era importante, así como pensar y opinar. Mi hermano Víctor sí hizo una carrera muy clara. En Madrid lo metieron a una escuela técnica, que no me quiso aceptar a mí por ser mujer.
Durante la Guerra Civil española papá estuvo con mamá en Madrid, en la embajada mexicana, adonde llegaban personas de todas las posiciones, desde nobles hasta gente humilde, a pedir asilo. Llegaron a asilar más de mil personas. El era el ministro consejero. El embajador era Pérez Treviño. Cuando mandaron a un nuevo embajador, mamá y papá nos fueron a recoger a Inglaterra y nos trajeron a México a mi hermana y a mí. Mi hermano se quedó en Londres, donde terminó su carrera de economista.
Cuando llegamos de Inglaterra no podíamos entrar a la secundaria -yo ya tenía 15 años-, porque no teníamos certificado de primaria. El Colegio Americano fue el único que nos aceptó en la secundaria. Al terminar empecé a trabajar; papá murió poco después. Yo había aprendido taquigrafía y mecanografía. Me quedé trunca en estudios, pero me pasé toda la vida tomando cursos en Mascarones, en Filosofía y Letras de la UNAM y en donde pudiera. Fue hasta los 54 años, con hijos ya egresados o estudiando en la universidad, que acudí al Consejo Universitario para pedir que me aceptaran sin los certificados correspondientes. Me dijeron que si pasaba el examen de ingreso me aceptaban. Lo pasé y entré a la carrera de Ciencias Políticas. Esto fue en 1967-1968.
Cursé los primeros dos años al mismo tiempo que trabajaba de gerente en la Cámara de Comercio México-Estados Unidos. Estaban en ese momento poniéndole trabas a la exportación de textiles de México y entonces (el presidente Luis) Echeverría tenía interés en que a través de medios empresariales se pudieran comunicar con el Congreso estadounidense y pelear el asunto a favor de nuestro país. Quise estudiar porque me sentía incompleta. Yo sentía que debía tener una carrera. De joven, en la época que mi mamá me casó con ese chico, yo quería estudiar medicina, pero no fue posible. Papá murió, mamá me casó, y entré a trabajar. Con los años seguía con esa idea y cuando tuve 54 años me parecía que ya no había tiempo suficiente, porque la carrera de medicina es muy larga. Militaba en el Movimiento Nacional de Mujeres, y pensé: de perdida me meto a Ciencias Políticas, porque esto me va a permitir moverme más en este campo.
La verdad es que la ciencia política no te ayuda a nada, pero en fin, hice los dos años aquí, y cuando alguien me invitó a ser profesora visitante en la universidad de Vancouver como historiadora, para dar un curso que se llamaba México contemporáneo, acepté. Trabajaba como historiadora en el Colegio de México, que me dio unas cartas donde certificaba que había hecho un trabajo muy interesante sobre Chihuahua. Interrumpí mis estudios en la UNAM, di mi curso allá y empecé a vivir con el canadiense. Tengo mi certificado de maestría en ciencia política por la universidad de Vancouver, sin haber hecho aquí ya no digamos la licenciatura: ni la secundaria.
Todo ha sido accidental en mi vida, he aprovechado los momentos, las cosas que se me han presentado –sentencia María cuando el café y el tiempo se han terminado.
(Agosto de 2003).

Todos duermen

¡Tú que puedes,danos nuestra resurrección de cada día!
José Ángel Valente


Por Gabriel Lara Klahr

Entre la estática nocturna se desenvuelve la soledad de las cosas.
La verdad de su destino se aplaza entre la inmovilidad de las horas.
El día sólo será un nuevo espejismo en medio de la noche infinita:

Y antes de amanecer
la tristeza
se cierne sobre la ciudad
junto al rocío.

Noche o día, abultada de sombras,
y aquí yo, vida latente, escasa vida.
como una mueca desganada es mi conciencia,
pincelada al aire.
flama leve,
vela amarillenta.

Pero en la soledad ficticia y el silencio,
del agobio,
cuando me dejo caer aniquilado por el sueño
y los callados remolinos del vértigo me acogen,
la noche se vuelve noche,
el viento se cerciora si duermo, me cubre tibiamente,
y me persigna,
desanudándose mi frente..

19/10/09

Sin tribu


Escena en la calle Madero, en el centro de la ciudad de México

Volobanero


Un alimento callejero muy popular en el puerto de Veracruz son los volobanes, pan hojaldrado relleno de picadillo, frijoles, piña, jaiba, etc. En lugares céntricos de la ciudad se encuentran casi en cada esquina los típicos volobaneros, como el de la foto, aquí en el malecón del puerto, acompañado de un algodonero, con su canasto lleno del sabroso antojo, que por su rico sabor y bajo precio: ocho pesos (menos de un dólar) saca de apuros a los transeúntes con hambre en una ciudad donde el turismo provoca el encarecimiento de casi todo.

17/10/09

Joaquín, Asmah y Jero

Flamante seguidor del Refugio, Jero, que aquì aparece con Asmah, su esposa, y Joaquincito, su hijo, en sus recientes vacaciones en la bella como fría costa británica, nos envió una nutrida crónica de los puentes de Londres. Radica en la cercana localidad de Windsor, pero según platica, ocasionalmente se escapa a la capital del reino para recorrer sus calles y buscar rincones interesantes. Esperemos que nos siga deleitando con sus vivencias como privilegiado chilangomexicano que pudo "escapar" de nuestro sufrido país antes de que se deshaga en pedazos. Enhorabuena.

12/10/09

Absurdeces

Pescador en el
muro viejo,
Veracruz, Ver.


Deriva
Voy caminando a la deriva entre la niebla de Xalapa y pienso: pocas cosas más frías e inhóspitas que una ciudad ajena de madrugada. (11-10-2004)

Mi loca
Llegaste no sé de dónde espantosamente maquillada, te ofrecí agua, hablamos de que podría brindarte alojamiento, ron, música, baile, un baño de agua fresca. Todo estaba acordado, soñé por fin compañía, aunque fuera de una escoria. Fingiste leer a Rimbaud mientras partíamos; por vergüenza de que me vieran contigo -imbécil-, te pedí que te adelantaras. Acordamos que te alcanzaría una calle adelante pero desapareciste en la noche. Luego supe que fue cierto.
(22-04-2008)

Mujer sucia
A José Cruz
Yo también estuve con una mujer sucia, olí su aroma putrefacto, compartimos penas y alcohol. Al final me sentí afortunado de saber que yo al menos he vislumbrado el amor y ella sólo cuenta con Dios. (23-04-2008)

Muro viejo
Caminar esta noche por el muro viejo es reconciliarse con la vida y olvidar por un momento las miserias humanas. Avanzo sobre la estructura de concreto que divide el mar para atenuar la fuerza del oleaje. Del lado derecho, en dirección al faro que está en la punta del muro, la oscuridad le da al agua un tono negro azulado, suavizado por el arrullo del oleaje, manso a esta hora. Hacia el mar abierto se ve, como al alcance de la mano, la luz del faro de la isla de Sacrificios, como una luciérnaga en eterno movimiento circular. Del lado izquierdo el agua es iluminada por las luces de la ciudad. Se ven iluminados en todo su esplendor, la bahía, los edificios y el muelle. Arriba la luna es una uña que se resiste a ser opacada por la delgada bruma que avanza con el viento. Venus, la estrella de los pescadores, también asoma antes que otros astros en la bóveda celeste. Sólo queda contemplar el infinito y llenarse los pulmones del aire nuevo de esta hora, después del calor quemante del día. Una vez más recuerdo el dicho: “Dios aprieta pero no ahorca”. (9-04-2008)

Ciudad Sodoma
Donde el pecado purifica, se resucita por las noches y se disfraza de alegría la soledad. Se conjura a Baco y a las musas con arpa, jarana, tambores y bailes frenéticos. El diablo ofrece tentaciones en cada esquina para atrapar a los incautos hambrientos de sexo. Las ninfas gozan viendo al voyeurista poseerlas en su imaginación. En bares de mala muerte se ahogan las penas en cerveza. En el malecón, el olor de azufre anuncia a lucifer. Cíclicamente los vientos la castigan, sólo para que una vez reparados los destrozos siga la fiesta en los portales. (abril 2008)

Incoherencias
-Me encanta asesinar a los segundos en el reloj digital del microondas.
-Hoy vi un perro afgano caminando a las dos de la madrugada sobre el asfalto recién lavado por la lluvia.
-Levanta un poco el ánimo leer en el diario que dos adolescentes asaltaron un microbús disfrazados de payasos.
-Los que van al siquiatra no son los más locos sino los de menor resistencia... y más dinero.
-Es deprimente ver cómo los demás ven la tele. Tal vez sea mejor sumarse al cuadro.
-Esta muerte lenta a veces es gozosa.
-¿Por qué será que el ser humano quiere más a sus muertos que a sus vivos? Al que se ignoró y menospreció en vida, cuando muere recibe misas en su memoria, muestras de afecto, expresiones de dolor y homenajes.

11/10/09

Tres marías en una

María Eustolia Chimeo Rosas platica que tiene tres actas de nacimiento, en las que aparece como
María Victoria, María Eustolia y María a secas. No está muy segura pero calcula que nació en 1955 en un rancho de La Mixtequilla, Veracruz. “Desde los 14 años tuve que hacerla de madre”, dice en tono que parece preámbulo del llanto. “Cómo he visto hombres llorando con esas canciones”, comenta al caer en la cuenta de que se está oyendo en el reproductor de cd la voz de Chavela Vargas. Pero ella, María Eustolia, María Victoria o María a secas recuerda que de joven “lloraba de coraje”. Luego, en sus recuerdos brinca la imagen de una casa fantasma que dice está por el rumbo de Cardel. "A su mecha, en esa casa espantan". Los que la habitaban "dejaron sus coches, todititito, por eso le llaman la casa fantasma. Dicen que a medianoche sale una culebrota" que se come a quien se encuentre.
"Yo hago un mondongo bien rico, con chile pasilla del que pica y del que no pica soasado". Se lo enseñó su tía, dice; "mi tía tiene 92 años, es chaparrita, delgadita pero todavía pica leña con el hacha y se carga en la cabeza el tercio de leña; ni yo lo aguanto…" El apellido Chimeo tal vez proviene de que su papá, según platica, era de origen chino; aunque nació en México, sus padres llegaron de aquel país a principios del siglo 20. Ella asegura que su papá tenía rasgos asiáticos muy marcados. Expresa mucho cariño por él, y en cambio rencor por su mamá, que era muy dura con ella y con su papá, a pesar de que "mi papá cómo cuidaba a mi mamá. Cuando se aliviaba le daba el mejor caldo de gallina de rancho para la mujer recién parida, cerveza caliente con vino jerez… No me parezco nada a mi mamá… Era muy mala conmigo. Sí la quería yo pero no como quise a mi papá". Sin embargo, "estuve con ella cuando murió, y me dijo: 'perdóname hija'. Cooperamos todos sus hijos para que tuviera un buen entierro".

Entrevista con la signorine

-¿De qué personaje de su pueblo se acuerda en este momento?
-...de Don Tío Pío.
-¿Por qué?
-Te contaba todas sus hazañas, le gustaba jugar con los chamacos, era cubano. Llegó muy joven al pueblo. Era agricultor, tenía sus tierritas, su ranchito, donde cultivaba caña. Su ranchito se llamaba La Angostura. Cómo hay cosas en la vida que ni te imaginas... Sabes dónde naces pero no dónde vas a morir. Nos platicaba que salió bien chamaco de Cuba. Le agarraba la nostalgia y nos platicaba de su familia, a la que dejó por seguir el sueño americano. Lo regresaron de Estados Unidos y aquí se quedó, hizo su lanita y empezó a comprar terrenitos, se casó, hizo su nueva tribu y jamás regresó. Tuvo varios hijos, se casó con una señora altota, grandota, fortachona. Cuando sus hijos crecieron se dedicaron a trabajar la caña y él nada más se dedicaba a contar sus historias a los chamacos. Saliendo de la escuela, una bola de chamacos lo rodeaban, les compraba dulces y refrescos. Decía que los niños le daban mucha energía, eso le permitía mantenerse bien, y deveras, el señor se murió de viejito pero no de enfermo. Le pusieron el pío pío porque nos correteaba jugando y cuando nos alcanzaba nos hacía pío pío, nos hacía cosquillas y nos hacía reír mucho, todos quería que les hiciera pío pío en las costillas.

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Localidad: Tierra, Región: Vía Láctea, Mexico
Pasante de la universidad de la vida, realiza estudios en ocio creativo y aplanado de calles y caminos con maestros como el profesor emérito Papirolas, el artista callejero Llanero Solitito y el padre Chinchachoma, protector de los niños de la calle. También le han dejado grandes enseñanzas los trotamundos argentinos denominados crotos en honor al gobernante de apellido Crotto, que permitió a los vagabundos viajar en los trenes sin pagar boleto. Los crotos proponen para mejorar la sociedad, entre otras cosas, volver al trueque, lograr que el trabajo sea creativo y edificante para los individuos, caminar o utilizar vehículos que no contaminan, como la bicicleta; en vez de vivir para acumular, traer a cuestas únicamente lo que se pueda cargar en una mochila; en síntesis, sustituir el ser por el tener. En su formación también ha recibido influencia de los anarquistas y socialistas utópicos, de los beatniks estadunidenses como Jack Kerouac, de los jipis promotores del amor y la paz, y de trovadores como José Alfredo Jiménez, Bob Dylan, Chavela Vargas, Rockdrigo González, Joaquín Sabina y José Cruz.

Huéspedes del refugio