Alberto con un grupo de pequeños visitantes en Casa Verde |
Definitivamente en la ciudad de Veracruz faltan más iniciativas como la de la Casa Verde Ecomuseo. Si bien en la capital del estado, Xalapa, casi es un cliché ser ecologista, comprometido con las causas ambientales, sociológicas y artísticas, en el puerto en ocasiones es asfixiante la aparente aridez de tejido social en esas áreas. Sin embargo, sí hay “locos” que emprenden acciones verdaderamente heroicas en sensibilización ambiental y difusión cultural. Este es el caso de Alberto Córdova Ortiz, quien pudiendo haberse ido por la fácil: rentar la casa patrimonio de su familia que le fue heredada, a alguna hamburguesería u otro negocio fácil, que le hubiese redituado una cómoda renta sin arriesgar, optó por acondicionar ese inmueble como un extraño centro de divulgación ambiental y de conocimiento de las civilizaciones mesoamericanas, en particular la olmeca.
Alberto recibió a este Croto en la Casa Verde en domingo; en camino, me intrigaba dónde sería, si la dirección indicada es la avenida Salvador Díaz Mirón, esa que tantas veces el residente en Veracruz recorre en camión a o pie, y yo nunca había visto algo que se pareciera a una “ casa verde ecomuseo”. Desde la calle lo que se ve es la tienda de mascotas que de alguna manera financia las otras actividades de la casa. Sin embargo, ya adentro comprueba uno que no es una tienda de mascotas común y corriente, sino su propósito principal es educativo. Alberto explica que con frecuencia recibe animales que personas encuentran cerca de las lagunas que abundan en la ciudad, tales como tortugas, iguanas y culebras; aquí son rehabilitadas y se reproducen. Muchos grupos de primaria vienen y tienen oportunidad de conocer aspectos de su hábitat. En ocasiones, Alberto se transforma en El Señor Tlacuache, un personaje con el que recorre escuelas para sensibilizar a los niños, e incluso ameniza reuniones y fiestas infantiles.
Como toda empresa cultural en nuestro país, y en particular en Veracruz, La Casa Verde atraviesa por dificultades de sobrevivencia, por lo que vale la pena apoyar esta labor vital, visitarla y vivir una experiencia muy interesante, por la ambientación de la casa, los animales, sobre todo reptiles y tortugas que encuentra uno por todos los rincones, y las esculturas talladas en troncos que el mar arroja a la playa y que han sido magistralmente transformadas en seres mitológicos prehispánicos por un artista de nombre Raúl. Vale la pena darse una vuelta por este lugar. La ubicación precisa de Ca Casa Verde es: avenida Salvador Díaz Mirón 695, en pleno centro de Veracruz.
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