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23/9/10

Cuento: Crimen mutuo



Al otro día del hecho del que fui testigo apareció en la sección policiaca de La Prensa el encabezado: “¡Muriéronse los dos rijosos!”. En la nota se consignó apenas que en un acontecimiento insólito “dos compañeros de juerga murieron tras liarse despiadadamente a golpes” en una cantina, pero no se mencionó la causa “del crimen mutuo”. Para mi mala suerte yo estaba en la mesa vecina y pude presenciar cómo se originó la riña entre los dos sujetos, con pinta de burócratas. Comenzaron con un intercambio de albures cada vez más pesados, y de ahí pasaron a una absurda competencia de “conocimientos”, en la que se cuestionaban uno al otro:

-A ver cabrón, cuál es la flor nacional…

-La dalia, pendejo…

-No, es la nochebuena, imbécil. Ahora tú dime quién es el héroe nacional…

-Cuauhtémoc, desgraciado…

-¡Mis huevos! Es Hidalgo… cuál es el equipo nacional.

-Las Chivas del Guadalajara, puto

-Es el América, güey… ¿y el jugador nacional?

-Hugo Sánchez

-¡Es Cuauhtémoc Blanco, ignorante! A ver, ¿y nuestro poeta nacional?

-López Velarde

-Otra vez estás mal: Octavio Paz… ¿El villano nacional?

-Santa Anna, es elemental.

-¡Ni eso sabes! Hernán Cortés… al menos dime quién es nuestro ídolo nacional.

-Obvio: Pedro Infante.

-Te equivocas, es la Virgen de Guadalupe. Estás jodido…

En lo único en que estuvieron de acuerdo fue en el agravio nacional, tanto que lo dijeron en coro al comenzar la golpiza:

¬-¡Chinga a tu madre!





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El autor

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Localidad: Tierra, Región: Vía Láctea, Mexico
Pasante de la universidad de la vida, realiza estudios en ocio creativo y aplanado de calles y caminos con maestros como el profesor emérito Papirolas, el artista callejero Llanero Solitito y el padre Chinchachoma, protector de los niños de la calle. También le han dejado grandes enseñanzas los trotamundos argentinos denominados crotos en honor al gobernante de apellido Crotto, que permitió a los vagabundos viajar en los trenes sin pagar boleto. Los crotos proponen para mejorar la sociedad, entre otras cosas, volver al trueque, lograr que el trabajo sea creativo y edificante para los individuos, caminar o utilizar vehículos que no contaminan, como la bicicleta; en vez de vivir para acumular, traer a cuestas únicamente lo que se pueda cargar en una mochila; en síntesis, sustituir el ser por el tener. En su formación también ha recibido influencia de los anarquistas y socialistas utópicos, de los beatniks estadunidenses como Jack Kerouac, de los jipis promotores del amor y la paz, y de trovadores como José Alfredo Jiménez, Bob Dylan, Chavela Vargas, Rockdrigo González, Joaquín Sabina y José Cruz.

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